viernes, 14 de enero de 2011

Alberto Morro Gutiérrez, Salmo XVII:


ALBERTO MORRO GUTIÉRREZ / 1º BACHILLERATO GRUPO B:


Francisco de Quevedo; Salmo XVII (pág. 96):



Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, nació en Villanueva de los Infantes (Madrid), el 14 de septiembre de 1580 y murió en Ciudad Real el 8 de Septiembre de 1645. Fue un político y escritor español que destacó durante el Siglo de Oro, además de ser uno de los autores más importantes e influyentes de la historia de la literatura española.

Nació en el seno de una familia noble; su padre, trabajaba como secretario de la hermana del rey Felipe II, mientras que su madre era dama de la reina. Quedó huérfano a la temprana edad de seis años.

Después de estudiar en el colegio y en la universidad de Alcalá, cursó estudios de teología en la Universidad de Valladolid entre 1601 y 1606. En 1606 partió hacia Madrid en busca de éxito y dinero mediante la ayuda del duque de Osuna.

Ya en Madrid, entabló un pleito por la posesión del señorío de La Torre de Juan Abad (pueblo de la provincia de Ciudad Real), en el que gastó sus fortunas hasta 1631.

En el año 1613, y a petición del duque de Osuna (que a su vez era virrey de Nápoles), viajó a Italia y realizó las misiones que este le había encomendado (arriesgadas misiones diplomáticas con el fin de defender el virreinato). Sin embargo, tras la caída en desgracia (pérdida de consideración, favor o cariño) del duque en 1620, Quevedo sufrió destierro en La Torre (1620), después presidió en Uclés (1621) y, finalmente, fue desterrado nuevamente a la Torre.

Esta etapa de su vida, fue, sin duda alguna, el periodo de mayor actividad literaria (debido a que tuvo tiempo a reflexionar y dedicarse al pensamiento). Tras el advenimiento de Felipe IV, el rey levantó su destierro.

En 1643 se retiró a La Torre, para después instalarse finalmente en Villanueva de los Infantes, lugar en que residió hasta que murió.


Sinalefas marcadas en magenta:

1 Miré los muros de la patria mía 11A

2 si un tiempo fuertes, ya desmoronados, 11B

3 por la carrera de la edad cansados, 11B

4 por quien caduca ya su valentía. 11A

5 Salime al campo: vi que el sol bebía 11A

6 los arroyos del yelo desatados, 11B

7 y del monte quejosos los ganados, 11B

8 que con sombras hurtó su luz al día. 11A

9 Entré en mi casa; vi que, amancillada, 11C

10 de anciana habitación era despojos; 11D

11 mi báculo, más corvo y menos fuerte; 11E

12 vencida de la edad sentí mi espada. 11C

13 Y no hallé cosa en que poner mis ojos 11D

14 que no fuese recuerdo de la muerte. 11E

Caduca: que decae.

Amancillada: deshonrada.

Báculo: bastón.

El argumento del poema que he seleccionado, es que el poeta, observa la decadencia de España y recuerda con nostalgia su antiguo esplendor, el cual se ha ido difuminando hasta consumar su declive sin remedio alguno.

Por lo tanto, el tema es la decadencia de España, entendida como la muerte, y el desencanto por la gloria perdida, imposible de recuperar.

  • La estructura externa de este poema es de arte mayor, puesto que los catorce versos que lo conforman son endecasílabos. A su vez, está dividido en cuatro párrafos, dos cuartetos y dos tercetos, de rima consonante ABBA-ABBA-CDE-CDE. Al reunir todas estas características, podemos aseverar que este poema es un soneto.

  • La estructura interna del poema en el primer párrafo, el autor nos describe a través de una topografía la edad, la vejez y la decrepitud de los muros de su patria, y finaliza con una personificación de estos; en el segundo párrafo, también mediante una topografía describe el campo dándole un tono melancólico e introduciendo una serie de símiles.

En las últimas dos estrofas, el poeta nos descubre lo que ha estado describiendo con detalle anteriormente. Allí, en su antigua casa, en una “anciana habitación” (personificación), hay algo que le trae malos recuerdos sobre algunas muertes.


Voz poética: no hay tú poética, sólo yo poético (pura expresión).

Estos son los recursos expresivos utilizados por Quevedo en este salmo XVII:

  • Hipérbaton: actúa en los versos 3, 6, 7, 10 y 12.

  • Metáforas: es el recurso más utilizado; dada la limitación espacial del soneto, la metáfora es la figura estilística más apropiada para explicar de forma concisa y gráfica esa decadencia del país.

    En el primer versoMuros de la patria mía”, hace referencia a los cimientos de España, a lo que la sustenta.

    Desde el quinto al octavo verso:

    Salíme al campo: ví que el sol bebía

    los arroyos del yelo desatados

    y del monte quejosos los ganados

    que con sombras hurtó su luz al día.

    Aquí, si la patria está dentro de esos muros, lo que está fuera son los países del entorno político de la España de la época del poeta, en donde la prosperidad está simbolizada por la nieve y por el Sol, surgen las sombras por culpa de los envidiosos (quejosos); provocando que aquel país importante en el que decían “Imperio donde no se ponía el sol”, haya comenzado su ocaso (hurtó su luz al día).


  • Encabalgamiento suave: El de los versos 5 y 6.

  • Elipsis: en el segundo verso: “si un tiempo fuertes”; en referencia a los muros.

  • Personificación: entre el quinto y sexto verso: “el sol bebía los arroyos”.

  • Antítesis: en el segundo verso entre fuertes y desmoronados; en el octavo verso entre sombras y luz.

Fenómenos métricos:

  • Hiatos: en el primer verso (mía), en el cuarto verso (mía) otra vez, en el quinto verso (bebía), en el octavo verso (día).


He seleccionado la foto de un asedio en la ciudad de Madrid durante la guerra civil, porqué refleja la destrucción, la muerte y el pesimismo de este poema.

La selección de esta canción (último réquiem escrito por Mozart que murió antes de terminarlo), por dos motivos principalmente:

  • Porqué al ser una obra utilizada para el acto litúrgico católico ofrecido cuando alguien muere.

  • Por inspirar tristeza, melancolía, solemnidad y respeto; que son aspectos y características relacionadas con el poema.


Canción:



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